La violencia en internet no distingue sexo ni credo

Son muchos los estudios sobre violencia digital, que dan cuenta de una marcada prevalencia de los hombres como agresores cibernéticos o que sitúan a la mujer como la principal víctima de actos perniciosos como el ciberacoso y de otras tantas prácticas en las que su integridad, seguridad, privacidad y libertad se ven vulneradas en la vida online.

Y es que en esta materia (violencia) es casi un ejercicio mecánico pensar en los hombres como los “agresores” y en las mujeres como las destinatarias de ella por su sola condición de género o porqué históricamente son las que siempre hemos llevado todas las de perder .

Pero volviendo al campo digital, ¿serán sólo los hombres quienes ejercen violencia en internet o en las redes sociales? creo, que señalar solamente a los hombres como generadores de violencia en estos nuevos espacios, más que estigmatizante es completamente erróneo.

Debemos reconocer que la violencia en internet, es ejercida tanto por hombres sobre las mujeres, como por estas sobre los hombres, e incluso por las mismas mujeres hacia sus congéneres, sobre quienes suelen ejercer prácticas tan violentas a través de medios digitales (fotos, textos, mails) con la misma ferocidad con la que podrían recibirla de un agresor varón.

No son leyendas urbanas, las experiencias de hostigamiento online contadas por muchachas, quienes identificaron a su agresor en la web como a otra mujer, o las anécdotas contadas por adolescentes varones quienes al presentar socialmente en las redes a la nueva noviecita, la convirtieron en el blanco de odio, amenazas y / o insultos por parte de las “fieles” e incondicionales amigas de una dolida ex ,o por ella misma.

Sucede y sucede todo el tiempo, porqué no debemos olvidar que internet es el reflejo de la sociedad que nos acoge, refleja nuestras emociones, preocupaciones y miedos, así como replica acciones y comportamientos sociales comunes de nuestra vida offline, de tal manera que la violencia digital que tanto nos preocupa en las redes sociales e internet en general, se produce respecto al agresor de violencia cibernética con total independencia de su género o sexo, así, tal cual, igual que en la vida real.

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